¿Qué hay de nuevo?

Como la primera incursión de AI Overclocking en una arquitectura AMD, el conjunto de parámetros ha cambiado sustancialmente, pero el voltaje y las velocidades de reloj siguen siendo los principales objetivos de ajuste.

Las configuraciones predictivas en la utilidad están diseñadas para funcionar en conjunto con Precision Boost Overdrive (PBO), pero van un paso más allá al mejorar los valores de EDC, TDC y PPT, así como al ajustar el optimizador de curvas.

Finalmente, al habilitar Dynamic OC Switcher, AI Overclocking asegura que la CPU esté utilizando la configuración ideal ya sea en cargas de trabajo monohilo o multiproceso.

Al gestionar la Corriente de Diseño Eléctrico (EDC) junto con la corriente total, esta función puede proporcionar un rendimiento adicional para ráfagas cortas y exigentes.

Durante cargas de trabajo ligeramente enhebradas por debajo de 35 amperios, el EDC de Nivel 1 en este escenario podría establecerse en un valor bajo. En este caso, 60 amperios.

A medida que se necesitan más núcleos, el EDC se establece en 120 MHz, que se considera aquí el punto óptimo para el rendimiento.

Una vez que esta CPU superó los 70 amperios, se encontraba en territorio multiproceso, donde se descubrió que un EDC alto de 250 MHz proporcionaba un rendimiento óptimo.

Para permitir que la CPU se enfríe si sus temperaturas aumentan demasiado, este usuario restringe el Objetivo de Potencia del Paquete (PPT) cuando las temperaturas aumentan. Específicamente, se utiliza el valor a corto plazo ("Rápido").

Hasta que la CPU alcanza los 70° C, puede funcionar a pleno rendimiento, por lo que se establecen 350 vatios para dar suficiente margen.

En ese punto, el límite de potencia se reduce a 220 vatios, para permitir que la CPU comience a reducir el calor.

Si todavía está bajo carga sostenida y sigue calentándose, entonces se establece un PPT más estricto de 165 vatios a 85° C.